Los científicos descubrieron una cepa llamada Pesudomonas sp. TDA1, fue capaz de crecer en un oligómero de poliuretano, como la única fuente de carbono y energía. Además, fue capaz de utilizar 2,4-diaminotolueno, un precursor común y un supuesto degradado intermedio de poliuretanos, como única fuente de energía, carbono y nitrógeno.
El crecimiento en intermediarios potenciales de degradación de 2,4-diaminotolueno, otros sustratos de crecimiento aromáticos y una comparación con una base de datos de proteínas de oxigenasas presentes en el genoma, llevaron a la propuesta de una vía de degradación.